Música para alucinar

24 may 2009

No adiós

No adiós

No quiero aún decirte adiós amiga mía,
Y me aferro con el alma a tu amor,
No me suelto ni un segundo, por temor a que no estés
Por temor a que te alejes un kilómetro más de mí
Yo te quiero y en realidad no sabes cuanto,
Tanto que no puedo estar sin ti.
Mira como huyo al verte, ¿Qué no entiendes?
Vales mucho y no te quiero perder nunca.
Te tomo de la mano, para no dejarte ir,
Para que el pasado no nos consuma,
Por que voltear no puedo, el dolor me embarga,
Y tú insistes en soltarme, dejarme ir,
Y yo en no perderte, retenerte aquí.
Corro, tropiezo, me levanto y te sigo,
No acepto que ya te has ido,
Nunca lo he de aceptar, te quiero conmigo
No te quiero decir adiós, aún no, nunca,
No me pidas que te deje, no me pidas que me aleje,
Mientras mas te alejas, más te sigo,
Y al encontrarte escondo el rostro, mi mirada,
Para que no veas mi vergüenza, lo que siento.
Por que si digo que no te quiero,
Es solo para ocultar que tu foto aún sostengo,
Aún la guardo en mi cartera,
Finjo que te dejo ir, pero solo me aferro a tu recuerdo,
que es lo que me queda.


Este es un poema que escribí para un Ffic de CandyCandy, espero les haya gustado

*La Escritora Alucinada*

20 may 2009

Ah ¡pero qué intruso eres!

El señorito ése lo sabe
y ha tratado de impedirlo;
se atraviesa entre nosotros
y en complot con sus amigos
nos dirigen en contrarios rumbos.

Se da perfecta cuenta
de las miradas que lanzamos
de mí a ti, y tu a mí;
es por eso que se interpone
para evitar que nos miremos.

Puesto de acuerdo con los otros
intrusos, en la noche y en el día,
se adueñaron de las rutas
para que nunca en la misma
dirección vallamos a encontrarnos.

He tenido una gran idea
para vencer a esos comploteros;
llegaré unos minutos antes
y te alcanzaré del otro lado...
¡Qué me importa no llegar a tiempo!

El tren



Betsabé C. R.
*La Escritora Alucinada*

PD: ¿Adivinaron de quién hablaba? ¡Si! Dos chicos en una estación del metro o tren subterráneo.
PD: El título es el tren, pero lo puse hasta abajo para ver si atinaban a qué me refería xD.

¡Espero les haya gustado!

19 may 2009

Luna de amor


Luna de amor

Bajo la luz de la luna
en un claro amanecer,
yo te observo, amor mío,
y suspiro por tu querer.

Quién me diera ser tu musa.
Quién un soplo de tu ser.
Quién una bocanada de cariño
y un poco de tu miel.

¿Qué te miro cuando vas de paso?
Cuando avanzas hacia el sur,
y quisiera yo poder traerte
hasta el norte de mi amor.

Y si sigo tu sendero
que veloz avanza al morir,
es porque anhelo en mi mente
cerca de tu frío corazón estar.

No me dejes en este claro,
donde brilla la luna sobre mí,
y me dice muy coqueta
que como a ella no me ves a mí.

Sálvame de este pozo de culebras
que me quieren asfixiar;
tómame en tus brazos fuertes
y enséñame a soñar tranquila.

Dame de tu fuerza y dulzura,
de tu amor y tu alegría;
que mi temor y odio
sucumban ante tu ternura.

Quiero tu cariño.
Quiero tu soñar.
Que me eleven hasta el cielo
como yo te tengo a ti.

Bajo la luz de la luna,
en este claro amanecer,
sólo anhelo una cosa
y es poderte comprender.

Nunca me has visto
y yo sigo aquí escondida
esperando bajes de la luna tu mirada
y que al fin me puedas ver.


Betsabé Cavazos R.
*La Escritora Alucinada*


18 may 2009

Esperanza al atardecer


Caminaba por la peña, el agua se escuchaba a la orillas, allá bajo, salpicando las olas potentes y majestuosas. Pero eso no le importaba, si llovía, relampagueaba, el sol abrasaba, sin importar nada, ella estaría ahí y le esperaría.

Él aún estaba grabado en sus ojos, sus pupilas ansiaban esa figura tan gallarda. El aire extrañaba su esencia, y a cada latido el corazón agonizaba con su esperanza.

Cada tarde, a la misma hora, cuando el sol comienza a sumergirse en las cristalinas aguas, ella llegaba y se sentaba sobre el risco a contemplar la tarde que moría frente a ella.

El viento suave o borrascoso atrapaba y jugaba con sus cabellos en una danza sin armonía y bella. Ella sólo miraba el horizonte, de vez en cuando miraría hacia atrás y luego con un suspiro recogería sus piernas apoyando en ellas la cabeza. Una lágrima solitaria acompañaría sus anhelos y otras tantas caerían acompañando en su dolor a la primera.

Llegó como cada tarde al mismo punto… hasta podría decirse que su presencia se había grabado a la roca. Era el primer día de espera en ese verano. Cada verano regresaba cumpliendo su promesa, esperar por él. Se recargó en sus rodillas la cabeza y girándola un poco comenzó a ver el sol hundirse en el extenso océano.

Cerró sus ojos y recordó aquella última tarde hacía ya tres años, cuando el mar y la tormenta observaron sigilosos su adiós.

—Anhelí, yo te he llegado a querer en estos días, pero hay algo que no
puedo explicarte hoy que me impide darte todo mi cariño y mi amor. No quiero
forzarte a nada. Yo te amo. Pero no puedo estar contigo en estos momentos. ¿Me esperarás? No te sientas obligada, pero si este amor nuestro que ha nacido este verano es real y sincero, te pido que me esperes. No sé cuánto tiempo tarde en resolver este asunto, entenderé si no me esperas hasta entonces. Pero te pido, si en verdad nos amamos, nos volveremos a ver. Yo volveré a este lugar un día, y será en verano como ahora, cada tarde, cuando el sol comience a hundirse en el mar, yo vendré por ti.

—Sean, yo te amo, nunca lo dudes. Te esperaré, vendré cada tarde cada verano al atardecer y esperaré tu llegada, así tarde más de diez siglos, yo estaré aquí esperándote.

—Te amo mi dulce niña. Has sacado lo bueno que en mí había. Tanto así que estoy dispuesto a terminar con lo que me ata lejos de ti para estar a tu lado.

Aún recordaba ése adiós y las lágrimas bañando su rostro cuando él se alejaba. Memoraba el momento en que él giró sobre sus pasos y corriendo volvió a consolarla para después marcharse dándole un último beso. Y ese calor de su abrazo le envolvía y le acompañaba cada tarde al esperarle.

Cada año juntaba sus ahorros y viajaba fielmente al mismo puerto. Alquilaba la misma habitación en el mismo hotel y caminaba a esperarle sobre el risco.

T
e buscaré cada tarde al ponerse el sol sobre el risco. No dudes mi amor que un
día volveré por ti.


Cerró los ojos y se venció al sueño en que el arrullo de las olas la llamaba. Soñando, suspirando, anhelando.


. . . . . . . . . . . . . .

Caminaba por el arenoso paisaje. El sol se acercaba al horizonte, cruel, torturante. Le intentaba ganar para que no llegara a tiempo.
La extrañaba, hacía tres años que habían hecho la promesa. ¿Estaría ella esperándole? ¿Aún le amaría?
Sonrió al recordar su cara traviesa corriendo a su lado o sentada a su lado mientras en las tardes marinas ella le hacía compañía. Evocó sus hermosos ojos que le hipnotizaron en aquél restaurant mientras entraba a buscar algo de comida. Esa sonrisa soñadora que lo dejó desarmado y ganó su cariño entero demostrándole que él también podía amar.
Pero hacía tres años no había podido pedirle lo que más anhelaba con el alma, vivir cada día a su lado y aunque tristes o menesterosos, juntos harían lo posible por vivir tranquilos. Pero hoy, por fin podía volver libre. Tres años de agonía le había costado este placer.
Levantó la vista hacia el sol que ya estaba por tocar el mar. Sintió su corazón desfallecer, debía apresurarse, a la siguiente vuelta ella estaría esperándole. Apretó el paso, apresuró la marcha.
Dio la última vuelta y alcanzó el risco añorado.
Y allí estaba ella. Tan preciosa como siempre y más hermosa a la vez. Buscó sus ojos, pero éstos languidecían cerrados, sumida en el sopor de un sueño tranquilo.
La observó mientras se acercaba, con las mejillas bañadas en lágrimas y agua del tempestuoso mar que abajo se agitaba. Sus rizos ondeando al viento y describiendo cabriolas al son de la mar.
El sol tocó el agua y ella abrió los ojos. Levantó la cara y volteo hacia el horizonte. Lanzó un suspiro añorador y recargó la marfileña barbilla en sus rodillas con sus brazos rodeándole las piernas.
Avanzó unos pasos más y se detuvo a unos pasos de su bien amada.
Ella se tensó al sentir una presencia atrás de ella y girando el rostro regaló a su tan anhelado amor ahora presente el más maravilloso don que pudo haber pedido.
Él se vio reflejado en sus pupilas que con amor le observaban rogando que no fuese un sueño.
Le sonrió.
Sus ojos lagrimearon.
Dio un paso.
Levantó el rostro.
Extendió los brazos.
Una sonrisa se grabó en su piel.
Corrió hacia ella.
Lo vio venir a ella.
La tomó de los brazos y la levantó hacia él.
Tomó sus brazos y le observó a los ojos.
La atrajo hacia él.
Le abrazó con su alma entera.
Hundió su rostro entre sus rizos.
Apoyó la cabeza en su pecho.
—Te dije que por ti volvería un día de verano al hundirse el sol en la mar.
—Te dije que yo te esperaría así fuesen cien años.
—He terminado con todo aquello que contigo me impedía estar.
—He anhelado tu presencia y esperádote he en el lugar.
Se miraron a los ojos y con un beso sellaron la promesa que habían cumplido.
Espero les guste, por si se confundieron, los últimos parrafos van intercalads, uno de él y el otro ella.
atte
*La Escritora Alucinada*
PD:Gracias Omar por tu tomatazo bien dado a mi otro post jeje :D

16 may 2009

Si puedo volverte a ver [cap1]

Recomiendo oír mientras leen: Do you?; de Yiruma



Pensando en ti


Camino por las calles de una nebulosa Inglaterra. Me encuentro aquí debido a un impulso mediocre que me trajo hasta aquí. No es que lamente haber llegado a esta ciudad que es Londres. Lo que aún me cuestiono es la razón tan mediocre por la que me decidí venir.
Bien pude haber elegido París, Rusia, México, u otros, pero el hecho fue que cuando mencionaron: Londres, mi corazón brincó y me decidí.

¿Por qué?Yo aún no lo asimilo. No termino de aceptar que fue el impulso de mi amor por ella lo que me trajo hasta aquí. El recordar cuánto anhelaba venir y estudiar para cantante en esta bella ciudad.

Todavía puedo oírla entonando notas alegres hechas por ella misma o inventando letras a mis melodías.

Deseché el recuerdo. Hacía más de dos años que se había ido y yo no tenía porqué rendirle algún tributo a su abandono, Tenía que sacármela, así me costase mi último latido. Porque me hería el pensar en la traición y el engaño.

Al fin llego a la que será mi nueva escuela. La Real Escuela de Bellas Artes Musicales. Irónico, esa en que Bella siempre quiso entrar para triunfar. Yo estaba seguro de que lo lograría. Pero ya hace mucho que no sé de ella. Ojalá haya logrado algo de, o todo su sueño.

Entro por las rejas, el lugar no es como me lo imaginaba. Hay un hermoso jardín que rodea el enorme edificio estilo francés. Se ven diferentes arbustos con flores pequeñas de colores, una enorme fuente borbotea a la entrada como diciendo: ¡Pasa amigo! ¡Demuéstranos quién eres! De las ventanas, algunas abiertas, se escapan algunas melodías poderosas y me hacen sentir inferior, pequeño, pero me recuerdo que gracias a mi talento ésta escuela me ha recibido, y no es fácil entrar en ella.

Conforme avanzo, notó que al fondo se ven más edificios. Con dormitorios exclusivos para los alumnos de calidad. Recuerdo esa frase, y deduzco que esos edificios deben ser los dormitorios. Se ven amplios, con las paredes en tono blanco tirando a un tono hueso bonito y claro. Los árboles borden todo el lugar y crean sombras bajo las cuales se me antojaría sentarme a componer, oír, e incluso leer.

Llego a las cortas y anchas escaleras, y por ellas asciendo hacia las puertas mi nuevo futuro. El vestíbulo era amplio, el techo en extremo alto, claro, al entrar noté que el edificio era de 5 pisos. Tenía un toque elegante muy atractivo, de buen gusto, pero no del estilo que yo prefería.

Suspiré y me acerqué a la mujer que estaba en la recepción con una sonrisa que esperaba fuera creíble.

-Hola, buenos días.

-Hola ¿Sr.?

-Cullen, Edward Cullen.

-Bien, ¿en qué puedo ayudarlo?

-Vine porque fui admitido para estudiar en esta escuela.

-Bien, permítame un segundo-volteó hacia su computadora y tecleó las letras de mi nombre con gesto serio. Al comprobar que efectivamente yo sería alumno suavizó el rostro-Es verdad. Bien, valla a Administración de ingresos, por el pasillo lateral derecho...-sonó el teléfono interrumpiéndola-disculpa, un momento. ¿Qué sucede Alice?... ¿La Profesora Zafrina? Salió, vuelve en unas dos horas ¿qué pasó?... Pobre chica, tanto talento... Trata de calmarla, esos maestros saben que no deben hacer que Isi componga o cante sin la profesora Zafrina cerca, menos hacerla recrear imágenes... ¡Qué incompetencia! Es ciega, no deben forzarla a ver imágenes en su memoria, la pone mal... Si lo haré, atiendo a un joven y le hablaré a la Profesora Zafrina, mantenla tranquila, que deje de llorar... Bien, adiós-colgó el teléfono y respiro profundo antes de volver a sonreír y hablarme- lo siento, es solo que algunos profesores aún no entienden lo doloroso que puede resultar de pronto para cierto alumnos hacer ciertos ejercicios.

-Está bien, no hay problema. Aunque me despertó curiosidad.

-¿Quién? ¿Isi? Es una chica que llego hace unos dos años. Está ciega, pero no de nacimiento. Nadie sabe porqué quedó ciega, cuando le preguntan al respecto, toda su alegría y energía se desvanecen y se pone muy mal. Ahora estaba en clase de composición y la presionaron para recaer imágenes mentales. Al profesor se le ocurrió decirle que recordara imágenes de cuando podía ver, de gente amada, y... pues te imaginarás que sucedió. La deprimieron.

-Qué lástima.

-Espero que no salgas corriendo después de oír esto. La directora me cortaría el cuello por ahuyentar a su nuevo chico maravilla.

-Jaja, no, soy un chico fuerte, tu cuello está a salvo…

-Rosalie Hale. Algo más que recepcionista, les resuelvo el mundo a varios profesores.

-Entiendo ¿Dónde dijiste que estaba Administración de Ingresos?

-Pasillo lateral derecho, la segunda puerta. Toca dos veces y espera, si pasa un minuto toca otra vez, espera media hora y si nadie abre, regresa aquí.

-Gracias

Me alejé de allí hacia el pasillo indicado. Era un corredor amplio, localicé la puerta y toqué. Mientras esperaba observé que había cuadros elegantes y alusivos al arte por el corredor. Las paredes tenían paneles de madera en la parte inferior. La puerta se abrió y salió una chica llorando y gritando.

-¡YA VERÁN ESTÚPIDOS! ¡Se arrepentirá de no haberme aceptado! ¡Mi papi les hará pagar!

-Cómo diga Srta. Stanley

Se alejó y volví a tocar la puerta.

-Pase.

Entré a la oficina que resultaba acogedora.

-Oh, joven Cullen, esperábamos su llegada, disculpe el incidente. Era una jovencita que no entiende que aquí admitimos gente por talento y no por dinero o "posición social". Soy Ángela Webber.

-Edward Cullen. No hay problema.

-Bueno su ingreso a esta escuela está ya resuelto. Ya platicamos los pormenores al teléfono, Si embargo cualquier pregunta la puede hacer. Estamos a su disposición.

-No, todo está en orden. Quisiera solo saber cuándo me instalo y cuándo comienzo con los estudios.

-Bien. Aquí - abrió un cajón y sacó unas tarjetas. Las rebuscó hasta dar con una específica-esta es. Désela a Rosalie, la recepcionista, le dará su llave y le dirá a dónde ir. Este - abrió otro cajón y sacó un folder - Es un comprobante de ingreso, lo presentará la primera vez que vaya a cada clase, y luego me lo traerá de vuelta. Ahí mismo está el reglamento, ése se lo queda, un mapa de las instalaciones y... su carga de materias y materiales y libros a usar. Es todo. Recuerde que aún no es definitivo, pero que tiene muchas probabilidades, sólo termine el periodo de prueba.

-Muchas gracias. Que pase un buen día.

Se enterró en su pila de papeles y yo salí de regreso con Rosalie.

-¿Terminaste? Bien, dame la tarjeta.

Se la entregué, tecleó unos números y fue hacia otro cuarto a buscar la llave.

-Toma, es electrónica. Tienes suerte, te tocó cuarto individual. Ve por el lado derecho. Sube al segundo piso. Cuarto 401. Recuerda bien el número, ya que las tarjetas no tiene el numero apuntado por seguridad. El cuarto que te tocó tiene baño y una mini-cocina.

-Gracias. Lo recordaré.

Salí y me dirigí al lugar señalado. Mañana llegarían mis cosas desde Estados Unidos. Por lo pronto traía una mochila pequeña con lo indispensable.

Entré al cuarto y me sorprendí de lo cómo que lucía una pequeña sala de estar y los costados se veía la puerta para lo que supuse era baño y cuarto, al fondo la mini-cocina.

Abrí una puerta y me sorprendió que era un pequeño estudio. Había suficiente espacio para poner un piano, de suerte que me mandaría mi piano electrónico Yamaha. Era muy útil. Sonaba igual que un piano, pero no necesitaba que cada que lo moviera tuviera que mandar llamar un especialista para afinarlo.

Me dirigí a la otra puerta, resulto que era el cuarto y ahí estaba el baño. Dejé mi mochila a orilla de la cama y fui a la puerta corrediza. Daba hacia al jardín y permitía bajar por una escalera lateral. Me quedé ahí paralizado cuando vi a dos formas entrar al campo de visión. Eran dos chicas, una más baja que la otra. Parecía que la alta lloraba. La bajita de cabello negro, corto y puntiagudo. La alta tenía el cabello ondeado y color negro. Como un golpe el rostro de Bella me entró a la memoria. La veía ahí sonriente como siempre.

El ver a esa chica me la recordó y tuve que tomarme de las orillas de la puerta para no caer. ¿Por qué esa triste chica me recordaba a Bella?

Como si le hubiese llamado, ella volteó hacia mí, me miró con ojos doloridos y penetrantes. Como si me conociera algún secreto, pero de pronto capté un detalle, no me veía, veía al vacío, como anhelando ver algo que le era negado. La chica bajita le decía algo y ella sólo asentía. Con la mano tentó el aire hasta tocar el rostro de la bajita.

Con un flashazo comprendí. Era Isi, la chica ciega y talentosa.

Como si la herida se me abriera sentí la urgencia de alejarme. Entré y por impulso busqué la carta de Bella entre mis pertenencias. La encontré y me tumbe al suelo para leerla.

Edward:

Para cuando leas esto yo estaré a millas de ahí. Es lo mejor. Me alegra
saber que tu operación ha sido exitosa y podrás volver ver.
Discúlpame por hacerte perder tu tiempo. Pero es lo mejor que me valla. A partir del momento en que te operaste y recibiste esas córneas, yo ya no seré capaz de seguir a tu lado sin hacerme daño o hacértelo a ti.
Disfruta de tu nueva oportunidad. Yo ya no podré ver nada más. Se fuerte.
Ódiame si quieres, no me importa. Te dejaré y será lo mejor.
Sigue con tu vida como si jamás hubiese entrado a ella.
Y debo confesarte algo: Nunca te quise. Es mejor que lo sepas. Así no
me extrañarás tanto al irme.
No me pidas explicaciones para mi salida. Sólo acepta que no te quiero. De mí no sabrás más. Y yo no te volveré a ver aunque te encuentres cerca.

Atte:
Isabella Swan


Lloré con impotencia con sus líneas.

¿Era posible tanto dolor por alguien que nunca te quiso?¿Por qué entonces molestarse en estar conmigo aún después de mi accidente?

Simple. Debía notar el cambio. Debió haber visto algún factor en mí que le convenía y lo quiso aprovechar. Al ver que era un lisiado, decidió retirarse. Por eso comenzó a ser distante hasta que se fue para siempre.

No, debía sepultar todo eso. No debía dejar que me embargara a menos que me sirviera para tocar el piano.Pero sería tarea difícil, con una chica ciega que sin saber por qué me recordaba tanto a ella.

13 may 2009

Y me iré sin decir adiós


En esta bruma que me acecha

me detengo tan sólo un momento

porque se que una vez dado el paso

no habrá vuelta atrás en esta hilera.


Me asombro de lo majestuoso

y de lo inverosímil de las montañas a mi paso

que me gritan desde el fondo de sus acantilados

que me detenga antes de dar el útltimo avance.


Pero sigo en mi terca necedad,

o tal vez sea sólo un anhelo débil,

enfermizo, esclavizante y vaporoso

que me obliga a seguir adelante.


Se que debería parar en este punto,

se que tal vez no sea lo más adecuado,

pero el ansia me consume y amordaza

y ya me encuentro ya más cerca.


Tan solo un paso hacia el frente,

a la derecha, la izquierda,

¡qué mas da! ¿Que importa el rumbo?

El asunto es darlo y no mirar atrás.


Y se que una vez dado este paso

no habrá vuelta a trás.

Y no habrá remordimientos,

ni lamentos descontrolados por mi ausencia.


Y me iré cada vez más al frente,

dando pasos decisos o indeguros.

Cada paso, cada avance un nuevo reto

que alcanzado no habrá arrepentimiento.


Y me iré sin decir adiós,

¿acaso alguien me irá a extrañar?

No lo se, no les conozco,

pero irán dentro de mi corazón.


En los sueños y fantasías,

crece un anhelo desmedido,

quiero expandir mis alas al firmamento

y probar que vivir yo puedo.


Esa libertad arrebatadora

que se nos escurre y esconde,

es aquello que yo anhelo encontrar

para no dejarla ir jamás.


Bestabé Cavazos R.

*La Escritora Alucinada*


7 may 2009

¿Como están?

Lamento tanto tiempo sin actualizar, pero he andado muy ocada con mucho trabajo y luego con el desastre en Mexico por la influenza, que Gracias a Dios no me dio ni a mi familia, pues se hizo un completo chilaquil y mi mama aprovechó para terminar el trabajo de los cojines. Por suerte ya esta casi terminado.

Como disculpa les trigo un Fanfic, el más reciente que he escrito. Se llama Si puedo volverte a ver. Es un song-long-fic, porque es de varios capítulos que iré subiendo cada uno un día, y tiene entr capítulos música que es parte de la trama y les recomendaría oigan cuando aparezcan para que esté ambientado. Está basado en la temática del video coreano Kiss, [les dejo el link para que lo vean (subtitulado para que sepan qué dice)http://www.youtube.com/watch?v=VKwT6nxlerE ] y el Fanfic es de los personajes de Twiligth, Edawrd y Bella. Espero les guste.

Sin más por el momento, más que mis discupas por el abandono, les dejo la introducción al Fanfic y el domingo les pongo el primer capítulo si les ha gustado o interesado.



Si puedo volverte a ver.


Prefacio


¿Hace cuánto que te odio?

¿Hace cuánto que te amo?
¿Hace cuánto que me dejaste?
¿Hace cuánto que me olvidaste?
¿Hace cuánto que de mi te fastidiaste?
¿Hace cuánto que de mi te alejaste?

Si pudieras saber que cada noche sueño con ver tu cara bajo la luna, cada amanecer sueño con la promesa que de tí nunca pude conseguir, cada atardecer te imagino viniendo hacia mí con tu sonrisa de ninfa, cada día anhelo de tu mano caminar tranquilo. Pero sobre todo, cada instante deseo volverte a ver y a la vez quisiera no hablarte más.

Mi mente es un mar de confusiones desde que te fuiste. Mi cuerpo, cáscara vacía, se mueve sin que mi mente le pueda el paso seguir. Me voy lejos a los días en que te creí tus palabras y cariños, pero de repente mi realidad regresa y recuerdo que te has ido sin decir adiós, sin decirme el porqué de tu partida. No me queda más que tu recuerdo y una escueta carta donde me dices no te busque más porque cerca de mí sufrirás, y lejos estarás mejor. No te entiendo.
Para serte sincero esto ya no tiene sentido.

¿De qué me sirve ver si no te veo?
¿De qué me sirve apreciar lo que me rodea sin no estás a mi lado?

Pese al enojo que siento, y el intento de odio que alimento, con toda el alma desearía que nunca te hubieras ido. Que no me hubieras abandonado. Que al menos me dejaras verte una vez más antes de partir y decirme de frente la razón de tu huida.

Si este era el final de nuestros días de romance, ojalá nunca nos hubiésemos conocido para evitarnos este dolor. A ti, el dolor de tenerme cerca alguna vez, y a mí por no tenerte cerca ni una vez más.

Amor, donde quiera que estés, recuerda que sólo a tí te amé.


Es un fic medio triste y alegre. Lo tenía por ahí guardado y ¡pam! lo encontre. Lo único que le faltaba era los personajes y como ando por ahora en la onda Twilight jeje pues se los adjudiqué a ellos. Espero les guste.

Dejenme un tomatazo, no sean gaxitas, son 100% gratis y no cobran intereses!!!

cuídence y nunca dejen de soñar

Atte:
La Escritora Alucinada

PD: Prometo intentar actualizar el blog más seguido ahora que estoy un poquito más libre.

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