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Un canto en febrero
Hace 3 años
Música para alucinar
7 jul 2009
Una noche de noviembre
en un rayo de luz escapaste sigiloso,
una corina de lluvia cubrió tu huida
dejándome sola, sin sentido.
Desperté sobresaltada, aturdida,
en la vacuidad de una brisa rota.
Corrí hacia la lejanía presurosa
gritando te detuvieras en tu marcha.
Te busqué el otro día
en la ocuridad de la luna.
Te busqué
en el manto imperceptible de las constelaciones.
Te busqué
entre los pajares vacíos de mi existencia,
en la hondonada hueca de un lamento,
enla claridad rutilante de un suspiro.
Te busqué con manos y anhelos.
Mis palabras viajaron hacia el cosmos
preguntando a las cometas si te vieron.
Caminé bajo las faldas de la luna
mirando verte en un suspiro perdido.
Rebusqué entre los hilos enredados del destino
buscando hallar tu paso por la vida.
Recorrí cantando los senderos del sol
queriendo me oyeras y a mí volvieras.
Te busqué de día y noche sin palparte
en la nada ni en el todo.
Desapareciste para no ser encontrado.
En las gavetas escondidas de mi alcoba
quedó una memoria tuya prisionera,
dándome un vestigio de tu existencia;
y ni en la ocuridad plausible,
ni en la luminosa claridad de la mañana,
puedo encontrar las huellas de tu huida.
Te busqué en los confines de los sueños
queriendo hallarte dormido y tu cara poder tocar,
acariciar tus cabellos sueves y serenos.
Grité a las nubes tu nombre tan dulce
queriendo me dijeran de tu parada.
Tomé la mano al viento y con el viajé
hasta los lugares más ocultos de la consciencia
queriendo hallar tu culpa, tus reflexiones,
algo que de ti me diera una seña.
Revisé en mi billetera alguna foto tuya,
queriendo en ella percibir tu encanto.
Busqué y busqué, y no te hallé.
Cuando al fina casi rendida
volví mi vista hacias las sombras
divisé un rayo de luz en su marea
y allí estabas tú.
Te encontré contrito y lastimado.
Tus palabras robadas por el viento.
La brisa bañando tus miradas.
La vacuidad mesando tus anhelos.
Te encontré,
cáscara vacío de lo que fuiste,
fruto sin dulzura ni sabor.
Tu mirada perdida, lejana, ajena.
Y recogí los trozos que de tí quedaban.
Busqué entre tus pertenencias tu corazón
y lo encontré maltrecho, desechado.
Lo tomé en un cálido abrazo
y junto contigo volé hacia las constelaciones.
Deposité lo que de ti quedaba
tratando, insitiendo en componerte.
Pero tu esencia había sido robada, muerta, abandonada.
El sol iluminó tus labios que
temblorosos removieron sus caricias.
Temías al sol, a las estrellas.
La oscuridad te había hecho presa.
Te volví a tomar y a casa te llevé.
En tu alcoba te deposité y ahí quedaste
solo, roto, descompuesto.
Pronuncie tu nombre con tibieza
y tus ojos encontraron los míos,
con lentitud tu esencia fue volviendo
desde los lejanos confines donde se ausentaban.
Entonces comprendí, nunca sería el mismo de ayer.
Pero aún así te seguí amando, esperando,
queriendo y pidiendo por que volvieras a tí,
para así poder regresar a mí.
*La Escritora Alucinada*
Jeje, creo que ahora sí que me la volé... ahora si que aluciné ^^
Espero les guste... a mí me gusta más la primera parte. Espero sus comentarios.
Nos leemos!!
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6 opiniones o tomatazos:
A mi me gustó mucho...
Cada vez sus letras son más sorprendentes.
Un fuerte abrazo, y gracias por el cyberhombro¡
A mí me ha encantado. Este poema es sensible, tierno y directo. Tienes mucho talento para las palabras, y no todo el mundo puede decir lo mismo (al mennos para mí).
Saludos desde La ventana de los sueños.
Es bueno volver a la blogósfera después de tanto tiempo, y leer algo como esto.
Realmente es alucinante. Felicidades.
Sí, yo te busqué y te encontré en la maraña del mundo virtual..., ajaj! beso, pasa por el mío.
Paso a obsequiarte mis cariños. No los repudies, te lo suplico, los pobrecillos han sufrido demasiado. Saludos afectuosos desde una fría alameda. Au revoir.
Un hada alucinada dejó algo para ti en mi blog. Está en mi última entrada, pasa por él.
Saludos...
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