Disvarios de una Escritora Alucinada*

Nana se fue

20 de junio

Hoy vino un señor de traje negro. Habló con papá y mamá, cuando se fue los vi ponerse muy tristes. Estaban llorando y papá abrazaba a mamá. No me gustó verlos así.

Por cierto ¿dónde está Nana?

21 de junio

Hoy mis padres me dijeron que Nana se fue para siempre y que no volverá. Yo no entiendo por qué dice eso. Sus cosas siguen aquí, no le vi hacer maletas, cuando la vi irse antier no llevaba más que su bolsa dorada. No. Nana volverá. No se despidió de mí, si se hubiera ido me habría dicho adiós.

22 de junio

Vi a papá y mamá salir. Iban uniformados, eso es extraño, los dos vestían de negro, iban muy tristes además. Les dije que si podía ir con ellos, pero no me lo permitieron, no me dejaron ir con ellos. Volvieron ya tarde y mamá se veía realmente mal, papá también, pero más mamá. Ojalá supiera porque están así.

28 de junio

Sigo sin comprender. Vi a papá muy triste, le dije que dejara de llorar, que aunque Nana se fue la volveríamos a ver. Él sólo negó en silencio y se fue después de abrazarme. ¿Por qué no se alegra? Yo sé que si la buscamos la volveremos a ver. Tal vez esté con alguna amiga suya.

31 de junio

Ya van casi dos semanas desde que Nana se fue. Intenté marcarle a su celular, pero no me contestó. Mamá lleva todos estos días sin sonreír, llora mucho, no me gusta verla así. Ya ni su comida tan rica sabe como antes.

4 de julio

Estoy un poco enojada con Nana y moleta con mis padres. Con mis padres por no hacer más que llorar y no intentan encontrar a Nana, me molesta que no la busquen. Con Nana me enojé porque no se ha comunicado conmigo Llevo 3 días conectada, Nana siempre se conecta cada 3 días, pero n se ha aparecido, ya es mucho. ¡Soy su hermana! ¿Por qué no me habla? La extraño.

15 de julio

Me siento indecisa, diría una prima ambivalente, aún no entiendo bien esa palabra. Por un lado me enoja que Nana no me hable ni conteste cuando le marco a su celular. Por el otro, la extraño, no sé porque se fue, no veo la razón. Al menos mis papás se ven mejor. Aunque, me miran con lástima, y no entiendo el por qué.

23 de julio

¡Mamá sonrió! ¡Mamá sonrió! Lleva un mes muy triste y seria, y hoy por fin ha vuelto a sonreír. Bueno, fue una sonrisa chiquitita, pero me hizo sentir tan, pero tan contenta, espero que lo haga más seguido, extraño a mi mami tan risueña de antes.

Y Nana sigue sin reportarse ¿Dónde anda?

1 de agosto

La casa está cada vez mejor. Papá y mamá comienzan a ser un poco como eran antes. Aunque, de cuando en cuando parecen quererme decir algo, pero nunca me lo dicen. Y me siguen mirando con lástima.

Nana ¿dónde estás? Te extraño, no es lo mismo sin ti. Te necesito, quiero que me cantes para dormir y hagas reír a mamá y papá. Vuelve pronto.

23 de agosto

Hoy entré a la escuela. Me enseñaron cosas que ya Nana me había enseñado y la maestra me felicitó, me pidió también que de su parte felicite a mi hermana por enseñarme tan bien todo eso… pero ¿Cómo se lo diré si van dos meses que no la veo? Le he marcado nuevamente a su celular y ahora una señora extraña me contestó, y me dijo de una manera muy fea que el número no existe. Si no existe ¿por qué contestó ella? No entiendo nada.

24 de agosto

Le pregunté a mamá qué hacer con lo que me dijo mi maestra sobre felicitar a Nana, pero se pudo muy triste al oír su nombre. Creo que no debí mencionarlo.

11 de septiembre

Hoy fue mi cumpleaños.

¡Cómo quería tener a Nana cantándome las mañanitas! Quería escuchar su dulce voz, verla, sólo verla, que me abrazara y me horneara un pastel.

Cumplí 6 años. Mamá y papá ya se ven felices. Me da gusto, pero aún me pregunto por qué no hacen algo por buscarla, debieran llamar a la policía o alguien que ayude a encontrarla.

¿Cuándo volveré a ver a Nana? Mañana le preguntaré a mamá por ella. Tal vez sepa dónde está y por eso ya no están tan tristes y preocupados. ¡Eso es! ¡Ya saben dónde está!

14 de septiembre

Apenas hoy le pude preguntar a mamá. Se puso muy triste otra vez y casi lloraba, apenas pudo aguantarse, creo que por que yo estaba ahí, por que se metió a su cuarto y no salió hasta la tarde. No debí preguntar.

20 de octubre

Hoy se cumplen 4 meses de que Nana se fue sin decirme adiós. Me siento muy triste por no saber de ella. En verdad la extraño.

30 de octubre

Hoy me enojé con mamá. ¡Metió las cosas de Nana en cajas! ¿Por qué lo hizo? Nana tenía un cuarto muy bonito, lleno de adornos muy interesantes y muy coloridos, pero ahora está vacío y llenos de cajas, se ve tan feo. Le pedí a papá que detuviera a mamá y él sólo meneó la cabeza. No entiendo nada.

2 de noviembre

Perdoné a mamá.

Le pregunté por qué guardó las cosas de Nana y me dijo que mañana me lo va a explicar. Me prometió que cuando esté más grande y esté lista me dará algunas de sus cosas. Eso no lo entendí por qué. Tal vez le mandarán algunas de sus cosas a donde sea que esté. Mamá volvió a decirme que Nana se fue para nunca más regresar. No es justo ¿Ya no me quiere? Estoy tan triste que mi corazón me duele. Se siente muy feo.

3 de noviembre

Nana se ha ido.

Papá y mamá por fin me lo explicaron.

Me llevaron “de paseo”. Cuando vi a dónde me llevaron me sentí confundida. Dijeron que me mostrarían dónde está Nana y no podía entender qué hacía Nana en un cementerio, ¿por qué la veríamos ahí? Paramos en un lindo montoncito de tierra con pasto verde y pequeñas florecillas blancas y rosas a su alrededor, como le gustaban, había una piedra que decía: “Dayanna Méndez. 15 de febrero de 1989-20 de junio del 2009” “Amada hija y hermana” “Descansa en el Señor y espera su bendita promesa”. Mamá me dijo que Nana murió porque unos hombres malos le hicieron mucho daño. Papa me abrazó cuando comencé a llorar. ¿Por qué? Nana, te necesito. Me cargaron y volvimos a casa. Mamá me dio chocolate y galletitas. Me duele mucho el corazón. Nana se ha ido y no volverá. Si al menos me hubiera despedido de ella. Creo que hoy me dormiré llorando.

15 de noviembre

Estoy triste. Extraño a Nana, no es lo mismo sin ella. ¿Quién me llevará a pasear al parque ahora y me dará vuelo en los columpios? Mamá dice que ella, pero está muy ocupada y no siempre podrá. Ojalá Nana nunca hubiera salido a comprar ese día.

20 de diciembre

Ya duele menos. Me siento mejor. La extraño, pero ya no lloro. Sé que un día la volveré a ver y mientras tanto el Señor me cuidará. Me alegra, porque Nana ya no sufre y no tendrá que recordar lo que le hicieron esos hombres malos. Aunque, lo malo es que tampoco disfruta. Lo cierto es que de ahora en adelante me portaré bien para que cuando el Señor vuelva, pueda ver a Nana otra vez.