Disvarios de una Escritora Alucinada*

Poeta no soy, ni su sombra tengo.
Pues si de amor trato de escribir
sólo logro de mi odio expresar;
si de lealtad y confianza,
sólo envidias y celos que corroen escribo.

Poeta no soy, ni siquiera su aire tengo.
Pues lo que considero inspiración
no es más que un vago anhelo de suspiro,
y qué decir de lo creativo,
sólo un débil trazo sobre el papel.

Poeta no soy, ni idea tengo de qué será.
Por que sólo ingenuidad escribo,
sólo ignorancia escribo y presento.
No soy grande cual majestuosa montaña,
ni profunda como mar abierto.

Poeta no soy, sólo una loca
que su sentir, apenas si puede pensar,
mucho menos lo puede expresar,
y que con trabajos, penas, lágrimas y demás
apenas logra percibir el marco de un poema.