Disvarios de una Escritora Alucinada*

Seh... como lo leen... he deciddo que ete será lo más probable el último post que hago...

Siento que mi blog no cumple las espectativas que tienen de él y a falta de ánimos y al parecer es de mala calidad he decidido decirle adiós, ya que no tengo mucho tiempo para dedicerle... y el poco que le doy no produce resultados satisfactorios.

Sin embargo les dejo un último recuerdito... un último plumazo sin tinta, les dejaré un cacho más de mi "ingeniosa imaginación".

Espero la disfruten.

Esta vez es un fic, de una serie anime de hace muuuchos años llamada Candy Candy.
Si no la conocen traten de entender de qué va, si la conocen salten directo al texto.
Terry se vió obligado a dejar a Candy por "cumplir un deber", ya que Susana le salvó la vida y ahora se la debe. Sin embargo nunca podrá dejar de amar a Candy y menos llegar a querer a Susana.
El siguiente texto muestra como pienso que que se sentirá al recordar a su único amor.

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Aquellos ojos verdes

Caminaba meditabundo por las calles de New York. No me importaba si el día estaba helando… podría ser el día más caluroso, pero mi corazón seguiría congelado al igual que todo mi ser… era cuestión de sentimientos, de emociones, de esperanzas, sueños truncados.
Me detuve frente a un edificio y lo reconocí como el Hotel donde hace 5 años se hospedó Candy cuando la invité para mi primer protagónico. Levanté el rostro y el viento me dio de frente volando lejos mi gorro y despeinándome, sentí un escozor por el gélido aire en la cara y fue cuando me di cuenta de que estaba llorando.
Si, lloraba, porque ¿Quién no lloraría la pérdida de su único y grande amor?¿Quién puede ser tan insensible al grado de olvidar a la mejor persona que pudo encontrar en el mundo y cambiarla por una tenue sombra que ni así puede llamarse dignamente?¿Quién es capaz de olvidar y reemplazar la más valiosa joya?
No, era imposible borrar de mi mente aquellos hermosos ojos que siempre me miraron con cariño, amor y comprensión. No como los que ahora tengo cada día esperando a que vaya a verlos a su casa.
No, en mi caso es incomparable la esmeralda a una simple piedrecilla azul que encuentras en el camino. Era imposible suplantar el rubio rojizo por un pálido rubio cenizo. No puedes cambiar un mapa de hermosas pecas por un llano liso y sin gracia. No es lo mismo perderse en las curvas de rizados cabellos que caer por los lisos y sosos cabellos lisos. No es aceptable el preferir un cálido, amoroso y sincero corazón por uno tibio, tímido y mentiroso.
No. Jamás podría seguir de esta manera. Pero tenía que hacerlo.
¿Por qué?
¿Por qué no me dejaste luchar por ti?
¿Por qué huiste de mis brazos hacia el frío invernal?
¿Por qué me abandonaste con la persona que nunca despertará amor en mí?
¿Por qué te fuiste sin darme la oportunidad de ver tu rostro y tu sonrisa una vez más?
Si hubiera visto, que te ibas siendo feliz, que el alejarte de mí no te causaba dolor, me sería más fácil aceptar tu ausencia, pero se que ni tu ni yo estamos a gusto y conformes con esta decisión tan precipitada y para nada razonada.
Desde tu partida mi querida Candy mi ser no ha encontrado paz ni felicidad, lo únicos remansos de tranquilidad que apenas logro encontrar es cuando me encuentro sobre el escenario. Es ahí cuando puedo olvidar que ya no estás y cada noche de esas en que te extraño, sólo tengo que fingir que al voltear hacia los palcos, tú estás ahí mirándome con expresión orgullosa y ciñendo un hermoso vestido que te compré. Y, como por magia, estás ahí sentada al lado de mi madre.
Me sonríes y me siento en casa. De dónde nunca me fui.
Y estás ahí agitando efusiva tu mano mientras con ansias me esperas a la salida para irnos juntos a cenar y celebrar nuestro compromiso. Orgulloso te presento ante el mundo como mi prometida. Sonríes tímida y feliz ante la gente que os felicita…
He vuelto a abrir los ojos. Las luces se han apagado y mi rostro esta cerca de quedarme lastimado por causa del gélido viento.
Continúo mi camino y me encentro de nuevo en casa. En mi pobre departamento, pues mi mejor joya se ha ido.
Sé que algún día me quebraré y correré detrás de ella. Y es por eso que me mantengo alerta para no caer, por qué de alguna manera sé que por más dolor que esto nos cause te negarás a volver a mí. ¿Es qué por una sola ocasión no puedes pensar en nosotros? ¿En ti?
Candy, mi dulce y melodiosa amiga, cómo desearía que no pensaras tanto en los demás, y que tuvieras la fuerza de pensar más en ti.
Si tan sólo tuviera la imagen de tu mirar.
Tus bellos ojos tristes me persiguen y atormentan. Pues aunque tú misma me dejaste para que estuviera con otra… el recuerdo de tus lágrimas me hacen sentir como el peor de los traidores. Porque aunque es tu decisión, esto es una traición, un engaño… casi adulterio.
Porque por más que lo evitemos y tratemos de seguir adelante… tú siempre serás mi mujer y yo siempre seré tu hombre.
Oh Candy, si tan sólo pudiera volverme a ver en tu bellos ojos verdes como el mar y pudiera saberte feliz y satisfecha; si en tu mirada viese que yo no te hago falta y que vives dichosa con otro, mi condenada alma tendría ese remanso de paz que tanto anhelo y tendría el coraje y valor de hacer lo que tanto huyo.
El sólo pensar en tu nombre hace que mi corazón vibre y se contorsione a la vez.Mi querida dama… nunca te podré olvidar. Espero que tu corazón tenga el descanso que el mío jamás podrá encontrar estando lejos de tus ojos… lejos de ti.

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Espero les guste y con esta me despido...

Atte:
La Escritora Alucinada

PD:Si estoy equivocada y en realidad les gusta mi blog, ayúdenme con sus comentarios (son los tomatazos) y si lo creen digno, ayúdenme a promocionarlo...

PD: Gracias a quienes me dejaron comentarios (tomatazos) durante este tiempo... se los agradezco mucho :D