Disvarios de una Escritora Alucinada*

Mata esta agonía.
Si no quieres ser mi amigo
¿qué esperas?
Sólo dímelo y
Mata esta agonía.

Me tienes en el limbo
¿Qué se supone deba hacer?
Dame una seña me indique
el sentido de tu corazón

Mata esta agonía,
dime qué es lo que quieres de mí.
No me tengas dando vueltas,
en mi cama, por la esquina.
Sé directo, no te escondas,
mis anhelos se consumen.

Mata esta agonía
con un beso, un rechazo.

Me he cansado ya de este juego,
por ti no quiero ya luchar.

Mata esta agonía,
mis fuerzas ya no alcanzan.
Dame el tiro de gracia
y sácame el desconcierto.

Déjame ver la luz del día,
o déjame morir bajo la luna.
Dame un aire de pensamientos.

Mata esta agonía.

Corta el hilo que a ti me ata,
ya no puedo estar contigo.
Tu presencia me consume
y alimenta tu egoísmo,
dame al menos un rechazo.

Mata esta agonía,
tan sólo dime que me largue.

Mata esta agonía,
con un tiro al corazón.

No te concedo ni un segundo,
a mí no puedes ya volver,
ya no te dejaré venir,
¡ya déjame vivir!

Mata esta agonía.

No vengas con promesas,
con suspiros no me vengas
ya no te creo nada.
Te quiero fuera de mi vida.
Terminemos esta farsa,
tú realmente no me quieres.

Perseguiste un sueño, una ilusión.
No fui lo que pensabas.
No seré lo que querías.

Decepcionarte no lamento,
me alegra darme cuenta.
No somos de nosotros.
No éramos de nadie.

Mata esta agonía.
Tan sólo dime ya
¡Qué de mí pretendes!

Tus silencio son un grito,
mis plegarias tu alegría.
Dame una muestra,
un algo que me diga
lo que deba hacer de ti.

Mata esta agonía

Fotos Ricardo Ramírez: http://www.flickr.com/photos/richyart/2100834081/
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